jueves, 16 de junio de 2011

Siempre saldrá el sol

Hay días que estoy en un espacio de melancolia profunda y recuerdos pasados, donde la tristeza es inevitable, es inherente al ser humano. En esos momentos en que siento que las cosas no me salen bien me invade la nostalgía.
Todos tenemos esos momentos en los que nuestro corazón está como a punto de partirse, por aquello que perdimos, por aquello que añoramos, por lo que no nos sale como esperamos, muchas veces en la vida nos hemos sentido y nos vamos a sentir tristes.

Lo importante en esos momentos, es resptarnos, y vivir nuestra tristeza como lo que es.
Los momentos de tristeza son una etapa natural que necesitamos, para llorar, reflexionar, para detener la pelota y vivir nuestro dolor como podemos para después seguir, sin dejar que la angustia nos paralice y nos nuble la mente.
Cuando te sientas triste, llorá, será una manera efectiva de liberar tu alma de la emoción que sientes. Llorar te libera, te deja desahogarte y sentirte aliviado.
Cuando estés triste compártelo. Es bueno hablar de ese dolor con quienes nos quieren, el amor ayuda a disminuir el dolor, porque se comparte.

En los momentos de tristeza, hace bien descansar un poco de la locura diaria, cerrar los ojos y tratar de relajarnos, esto ayuda a contactarnos con nosotros mismos y al relajarnos nos alejamos de otras preocupaciones.
A veces después de un buen descanso, nos despertamos renovados y con otra visión de aquello que nos aflige. Pero tenemos que recordar que no estamos solos y aquellos que nos aman desean vernos felices, y nos necesitan bien.

Por eso cuando estemos tristes, lloremos, compartamos nuestro dolor y conectémonos con nosotros mismos para renovarnos, superar el momento de tristeza, secarnos las lágrimas y salir a ver el sol.



Siempre hay una solución, seguro que sí.

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